¿Hay alguna prueba para la esclerodermia?
No existe una prueba única para la esclerodermia. Su médico puede:
- averiguar su historial médico,
- preguntar sobre sus síntomas actuales y anteriores,
- hacerle un examen físico,
- solicitar pruebas de laboratorio.
¿Cómo se trata la esclerodermia?
Su tratamiento dependerá del tipo de esclerodermia que tenga, sus síntomas y los tejidos y órganos afectados. El tratamiento puede ayudar a controlar los síntomas y a limitar el daño.
Su médico puede recomendarle:
- Medicamentos para ayudar a disminuir la hinchazón, aliviar el dolor, controlar otros síntomas y evitar las complicaciones que puedan surgir.
- Fisioterapia o terapia ocupacional para ayudarle con el dolor, aumentar la fuerza muscular y enseñarle formas de adaptarse a sus actividades cotidianas, como cepillarse los dientes.
- Atención dental regular, ya que la esclerodermia puede resecar la boca y dañar los tejidos conectivos bucales, acelerando la caries dental y haciendo que los dientes se aflojen.
¿Quién puede tratar la esclerodermia?
La mayoría de las personas consultarán a un reumatólogo para el tratamiento de la esclerodermia. El reumatólogo es un médico especializado en enfermedades reumáticas, como la artritis y otros trastornos inflamatorios o autoinmunitarios. Los dermatólogos, que se especializan en afecciones de la piel, el cabello y las uñas, pueden desempeñar un papel importante en el tratamiento de la enfermedad.
Debido a que la esclerodermia puede afectar muchos órganos y sistemas de órganos diferentes, es posible que varios especialistas médicos diferentes le brinden atención. Estos incluyen:
- cardiólogos, que se especializan en el tratamiento de enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos;
- proveedores de atención dental, que pueden tratar complicaciones por el engrosamiento de los tejidos de la boca y la cara;
- gastroenterólogos, que tratan problemas digestivos;
- profesionales de la salud mental, que brindan consejería y tratan trastornos de la salud mental, como depresión y ansiedad;
- nefrólogos, que tratan enfermedades de los riñones;
- terapeutas ocupacionales, que enseñan cómo llevar a cabo de forma segura las actividades cotidianas;
- ortopedistas, que tratan y realizan cirugía para enfermedades o lesiones de los huesos y las articulaciones;
- proveedores de atención primaria, incluidos médicos, enfermeras practicantes y asistentes médicos;
- fisioterapeutas, que enseñan formas de desarrollar la fuerza muscular;
- neumólogos, que tratan enfermedades y problemas de los pulmones;
- patólogos del habla y del lenguaje, que se especializan en tratar los trastornos del habla y la comunicación.
Cómo adaptarse a la esclerodermia
Vivir con esta enfermedad puede ser difícil. Para que le sea más fácil, intente participar activamente en su tratamiento de la esclerodermia. Los siguientes consejos y sugerencias pueden ayudarlo.
- Manténgase abrigado. Vístase en capas, use guantes y medias, y evite cuartos y clima fríos cuando sea posible.
- Intente evitar ambientes fríos o húmedos que puedan desencadenar los síntomas.
- Si fuma, deje de hacerlo.
- Póngase protector solar antes de salir al aire libre.
- Use humectantes en la piel para ayudar a disminuir la rigidez.
- Use humidificadores durante el invierno para humedecer el aire de su hogar en los climas más fríos.
- Evite baños y duchas calientes, ya que el agua caliente reseca la piel.
- Evite jabones fuertes y productos de limpieza domésticos. Use guantes de goma si usa tales productos.
- Haga ejercicio con regularidad.
- Visite al dentista para chequeos regulares.
- Comuníquese con grupos de apoyo en línea y comunitarios.
- Hable con su familia y amigos y ayúdelos a comprender la enfermedad.
- Consulte con un profesional de salud mental para que lo ayude a sobrellevar una enfermedad crónica.
- Hable con su médico sobre cualquier síntoma que pueda tener y acate sus indicaciones.