¿Qué es la displasia fibrosa?

La displasia fibrosa ocurre cuando tejido fibroso anormal (parecido a una cicatriz) reemplaza al hueso sano. Con el tiempo, el tejido fibroso debilita el hueso, lo que puede dar origen a:

  • huesos fracturados,
  • huesos deformados (arqueados o torcidos).

La enfermedad puede afectar  cualquier hueso del cuerpo.

Algunas personas no tienen síntomas o solo presentan unos cuantos. Otras personas pueden tener más síntomas.

Aunque no existe una cura para la displasia fibrosa, los tratamientos pueden ayudar a aliviar el dolor y la fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos y mejorar el movimiento.

¿A quién le puede dar displasia fibrosa?

La displasia fibrosa no es muy común, pero cualquier persona puede presentar la enfermedad. Por lo general, se diagnostica en niños y adultos jóvenes, que probablemente la han tenido desde que nacieron.

¿Cuáles son los síntomas de la displasia fibrosa?

Es posible que las personas con una forma más leve de la enfermedad no tengan ningún síntoma. A veces, descubren que tienen displasia fibrosa después de hacerse una radiografía por alguna otra razón. Otras personas pueden tener síntomas más graves. Entre los síntomas más frecuentes de displasia fibrosa se incluyen:

  • dolor de huesos,
  • huesos deformes (torcidos o arqueados),
  • huesos fracturados.

¿Cuáles son las causas de la displasia fibrosa?

La displasia fibrosa ocurre cuando un gen muta (cambia) en una etapa inicial del embarazo. No hay nada que la madre pueda hacer para evitar que esto suceda. Los niños no heredan el gen de sus padres y tampoco transmitirán la enfermedad a sus hijos.

Desafortunadamente, los investigadores no saben qué causa la mutación, pero han identificado el gen y continúan estudiando por qué se desarrolla la displasia fibrosa.

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